Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Garbera de Recetas Hernandianas nos recuerda cual era el secreto de la auténtica cocina popular: Hacer de cada producto, a través de la cocina, algo más que un alimento, una buena comida, una provisión de energía. Con este recetario, tan estimulante y sabroso, es muy fácil recomendar la lectura atenta del libro. Que, como los textos de cocina útiles, conservaremos en un rincón de la cocina, quién sabe si con manchas de aceite o con un grito penetrante de ajos tiernos.