Maeve Regan es una chica sin nada especial, o eso cree ella: va a la universidad, tiene algún novio que otro, aunque nada serio, y se consuela con la conversación de un barman y unas cuantas copas cuando las cosas no van bien. Su abuelo, Walter, es el único miembro de su familia al que ha conocido y sus padres, según le han contado, no vivieron mucho más allá de su bautizo. Su mejor amigo, y su amor platónico, Elliot, sale con otra, Tara, o, mejor dicho, «doña Perfecta», una muchacha guapa, rica, buena estudiante y, encima, buena persona. Su mejor amiga, Brianne, tiene un novio que la maltrata y, por si fuera poco, no deja de presentarle tipos estúpidos que están muy lejos de lo que ella considera un hombre atractivo. En una noche como cualquier otra, intentando ahogar sus penas en alcohol, Maeve conoce a un tipo alto, apuesto? con quien cree que va a acabar en la cama y pasar una noche genial. Sin embargo, las intenciones de Lukas son muy distintas: él pretende secuestrarla, para hacer salir de su agujero a un vampiro venenoso y muy peligroso del que quiere vengarse. ¿Vampiros? Pero ¿qué estupidez es esa? Maeve acaba presa en su propia casa, en las manos de este atractivo desgraciado que va a entregarla a no sé quien. ¿Que Victor es su padre? Imposible, su padre está muerto, igual que su madre, y ella, desde luego, no es ningún vampiro. ¿O sí? Lo cierto es que su abuelo, Walter, no le ha contado la verdad o, de hecho, solo le ha contado una sarta de mentiras, y su secuestrador, Lukas, que cada vez se siente más atraído por Maeve, es el único que puede explicarle quién es en realidad.
Marita Gallman nació en 1983, en Suiza. Coleccionista empedernida de Post-it y mujer de personalidades múltiples, fracasó por poco en su carrera de guionista de Hollywood al escribir, a la tierna edad de doce años, el guión de un Indiana Jones 4 que se descartaría, por no salir un frigorífico en la intriga. Se consuela con sus series favoritas, cuyas escenas de culto interpreta hablando cada noche en sueños, eso cuando no se levanta a escondidas para ver películas de terror. Atraída por los ambientes tenebrosos y los hombres con colmillos puntiagudos, se lanza a escribir su primera novela, Furia venenosa, en 2009.
«Furia venenosa posee una gran trama, con muchísimos giros que la dinamizan de manera estupenda. Además, hay que destacar su buena narración y un ritmo ligero que hacen que se lea enseguida.» Cientos de miles de historias «¡Que grata sorpresa! No me lo esperaba así para nada. Pensaba que sería un libro más de vampiros, entretenido, divertido y listo, a otra cosa. Peor no, estaba totalmente equivocada. Me ha encantado y me muero por leer la segunda parte porque el final es de infarto.» El mundo de los sueños «? he leído este primer libro de una sentada, tiene los ingredientes necesarios para que lo disfrutes y su protagonista es la guinda del pastel.» Colas de sirena.