En esta novela Ruiseñor Tornero, ingresa al manicomio, donde empieza un encuentro signado por lo inesperado.
Este es el inicio de un cuestionamiento latente en el transcurso de la novela, y que responde a la búsqueda del sentido y el valor de la dignidad que supone asumir nuestra existencia con todos nuestros pesares y sin sabores.
Ruiseñor es un personaje que encierra en sí mismo la razón y la locura, sus días son una cadena de costumbres donde también brotan chispazos de genialidad al indagar sobre el pasado de la nueva reclusa, cuyo nombre es Nadia Karam y que se convierte en su alumna.