Los orígenes de esa delicia que es el flan se pierden en la antigüedad. Como es uno de los postres clásicos de la culinaria universal, la industria alimenticia no tardó en presentar innumerables variedades de polvos que, mezclados con leche, resultaban en flanes insulsos y de gusto algo sintético. Curiosamente, su elaboración es muy sencilla y, por suerte, se ha instalado nuevamente la moda de confeccionarlo en forma casera. Este libro presenta una serie de recetas para todos los gustos de esta exquisitez, que se completa con los parientes cercanos del flan: los budines, de los que se incluyen varias propuestas, dulces y saladas.