Como en Figuras delincuentes, también en Figuras delincuentes en el Quijote sin-gularísima aportación a los estudios cervantinos- se conjuga lo literario e histórico con lo criminológico. Sancho y Don Quijote, la Tolosa y la Molinera, Ginés de Pasamonte y Roque Guinart posan en el laboratorio del criminólogo para un nuevo retrato, tal vez más negro, pero no más desenfocado que otros más amables.