Desarrolla la tesis de una crisis cultural basada en el Circuito Paranoico, figura parecida a la soga del ahorcado que se ajusta cuando trata de liberarse de ella; como la conversación entre dos paranoicos que tratan de entenderse aumentando la sospecha a medida que lo intentan, llegando a la parálisis de la comunicación y a la generación de un pensamiento único como mecanismo de control. Al no haberse trabajado la causa, se cae en el control, del cual puede esperarse un nuevo fracaso.
Enfoca las drogas como síntoma princeps para analizar la crisis de la cultura y la civilización, a partir de conceptos esenciales del psicoanálisis. Con este ensayo social y psicoanalítico da inicio a una serie de títulos que proyecta publicar en un amplio plan editorial, con el que se propone aportar su contribución al público general y especializado, en la forma de pensar los problemas mentales de nuestro tiempo