La ilustradora y autora, que ha cosechado varios premios, logra hacer una especie de tierno poema de una simple anécdota cotidiana. El texto, que nombra diferentes acciones ?se aleja, se acerca, busca, encuentra, le pide, le da-, muestra los movimientos básicos que pueden hacer los bebés para curiosear el mundo que les rodea e investigar cómo son sus habitantes. Los maestros de escuelas infantiles podrán aprovecharlo plenamente.
Y, por supuesto, es un libro perfecto para compartir en familia, a la hora de dormir. Los más remolones en irse a la cama, caerán rendidos en un sueño tranquilo.