En abril de 2009 el niño de 11 años Felipe Cruzat murió tras una larga espera por un corazón que trasplantarle. Se intentó con un órgano artificial, se realizó una campaña a nivel nacional, pero los esfuerzos fueron vanos.
La historia de Felipe emocionó a Chile entero. Gonzalo Cruzat, el padre del pequeño, llevó un cuidadoso diario de la enfermedad de su hijo, desde el primer infarto hasta lo que vino después del funeral. Y en este relato no sólo se revela una cruda historia personal y familiar, sino pormenores que rodearon la vida y muerte de Felipe Cruzat, donde una serie de eventos misteriosos acabaron involucrado a la Iglesia Católica. Una historia que es mucho más de lo que aparenta en su superficie.