En la sociedad actual, los medios de comunicación han entrado de lleno y se han acomodado en nuestras casas como un miembro más de la familia. Sin embargo, ¿sabemos darle un lugar adecuado y sacar de ellos el mejor provecho?, ¿con qué criterio los seleccionamos?, ¿podemos imaginar un día sin medios de comunicación?, ¿de qué manera podemos prescindir de ellos? o, ¿realmente son imprescindibles?, ¿limitan nuestra vida personal y familiar?, ¿muestran valores y creencias? Este libro presenta propuestas para propiciar un consumo responsable de los medios de comunicación, así como consejos e ideas para aprovechar sus ventajas al mismo tiempo que ofrece recursos para evitar los peligros de la Red.
Los medios nos informan, instruyen y entretienen. Sus variopintos contenidos recrean vidas soñadas, abren puertas a conocimientos antes inalcanzables y ofrecen colmar nuestras ilusiones Por ello se corre el riesgo de que, al presentarnos esas maravillosas vidas irreales, esos mundos virtuales construidos a medida, nos impidan vivir nuestra vida, la auténtica y única que tenemos y, que, justamente ha de ser construida por nosotros mismos mientras la vivimos.
En ocasiones, los medios de comunicación son acusados de ser los principales motivadores de otras situaciones problemáticas como la pérdida de valores, la falta de autoridad de los padres, el desinterés por los estudios, el consumismo ilógico subordinado a la publicidad ¿Pero es seguro que son ellos los que producen estos efectos o podrían conseguirse otras consecuencias si se usasen de distinta forma? ¿Es posible prever y, en su caso, paliar sus posibles efectos nocivos, o simplemente no deseados?