Este libro estudia los diversos aspectos de la situación religiosa en Canarias durante la colonización del Archipiélago.
Se organiza en dos partes. La primera analiza el proceso de evangelización y su repercusión en el proceso de aculturación. El mismo se desarrolla desde el segundo tercio del siglo XIV, momento en que se producen los primeros asentamientos misionales, hasta el segundo tercio del siglo XV, cuando concluyen las predicaciones en las islas aún insumisas. En esta primera sección se presta atención a la justificación religiosa de la empresa y a tres momentos diferentes de predicación: el desarrollado por los mallorquines en Gran Canaria, el realizado por los colonos franco-castellanos en las «islas menores» y el acometido por la Vicaría Franciscana en las islas no conquistadas. La segunda parte se ocupa de la organización eclesiástica y de sus resultados. Abarca el final del siglo XV y el primer cuarto de la siguiente centuria. En ella se pasa revista a los cuadros administrativos y humanos de la nueva Iglesia, estrechamente vinculada a la figura del monarca, y a los cauces de la práctica religiosa, con sus luces y sombras.