El largo y complicado rosario de acontecimientos entre 1978 y 2015, tan cuestionado en los últimos años, parece haberse roto definitivamente tras las elecciones europeas del pasado año. Para un pionero del "europeísmo", decidido partidario de la Unión Europea desde hace más de sesenta y cinco años, la coincidencia de la crisis española y ¿por qué no decirlo? de la crisis de la Unión Europea, es un suceso doloroso, decepcionante, amargo, difícilmente comprensible y que exige una reflexión urgente, autocrítica y feroz. En este volumen de ensayos, producidos entre 1952 y 1958 los años de la utopía europea se recogen reflexiones, propuestas y documentos en los que se refleja lo que, por aquellos años, significaba la lucha por una Europa que había que construir. A esa lucha nos aprestábamos algunos jóvenes españoles en las peores circunstancias nacionales, pero dispuestos a tratar de superar apostando por esa "utopía realizable", que es una de las marcas de mi manera de ser. Tengo la esperanza, todavía, de que las nuevas generaciones europeas de esta Europa de los 27 tan distinta de la "petit Europe" de los años cincuenta sean capaces de superar la crisis actual y ponerse manos a la obra por la Europa de los ciudadanos, múltiple y variada, pero a la vez el mejor "hogar de las libertades, la igualdad y la solidaridad".