Estas técnicas han sido usadas y experimentadas durante bastante tiempo con pacientes y personas que acuden a las consultas pidiendo ayuda. Dichas técnicas proceden de la Tradición sufí, que las ha usado durante siglos, adaptadas a los tiempos actuales y a las personas de Occidente, para poder usarlas en sus condiciones de vida cotidiana. Están agrupadas en esta obra como el "método del té", porque el principio del té es la difusión: en la psicología oriental, es necesario que el terapeuta sea "una buena bolsa de té", de forma que lo difunda armoniosamente y que él pueda dar consuelo, cariño, estímulo y ayuda a sus pacientes. A lo largo de este texto se dan numerosos ejemplos de ello.