En otras palabras, habría que intentar una "historia de la naturaleza", cuya oportunidad aconsejaría mantenerla en paralelo con la "historia del arte". Y si este paralelismo -desde luego estético- del arte y la naturaleza implica en sus respectivas trayectorias temporales aquella parte de la reflexión estética que explora cada momento histórico con una atención especial en el "arte de la mímesis", entonces el objectivo de dicha reflexión será también la naturaleza, que toca ir a buscar allí donde se encuentra efectivamente: en el pensamiento de la época.