Este libro sale al paso de tales malentendidos. Y presenta el significado y la forma de vivir de una espiritualidad recia que, al mismo tiempo, no renuncia ni a nuestra condición de ciudadanos del mundo ni a la apremiante necesidad de ser felices que todos experimentamos, sin olvidar en absoluto la utopía que puede motivarnos para hacer realidad el ideal de los que piensan que «otro mundo es posible».