Allí descubre que es prácticamente idéntica a la princesa Maram. La princesa es tan odiada que necesita una doble, alguien que pueda acudir en su lugar a los actos públicos por si alguien trata de matarla. Y ese es solo uno de los peligros que aguardan en la corte, un lugar en el que el lujo convive con los secretos y la violencia. Si Amani quiere ver a su familia de nuevo, deberá imitar a la princesa a la perfección... porque un solo error podría ser mortal.