Durante toda su vida, Greil Marcus, uno de los mejores pensadores vivos de la cultura popular, ha escuchado a The Doors, la banda liderada por el carismático y oscuro Jim Morrison, que, durante tan solo cinco años (1967-1971), grabó algunas de las mejores canciones de la historia del rock. Como siempre en Marcus, la atenta escucha de las canciones de la banda no solo las versiones de sus temas más conocidos, sino también las que interpretaron en directo, donde la banda solía reinventar su propio repertorio trasciende ampliamente el tema principal del libro, proyectando una de las miradas más inteligentes y brillantes del legado cultural de la década de los 60 que ha llegado a nuestros días.
La prosa de Marcus, además de los momentos decisivos de la historia de la banda, convoca algunas manifestaciones artísticas clave y personalidades del imaginario colectivo norteamericano, conformando un relato torrencial que, ante todo, rehúye el tópico de los 60 como la década de la paz, el amor fraternal y la liberación, detectando sus agujeros negros e instantes decisivos que la música de The Doors revelaron mejor que nadie.
Escuchando a The Doors es también una lección magistral de crítica de cultura popular y de cómo la literatura y el pensamiento pueden abordar la divulgación musical. Para ello Marcus da rienda suelta a una prosa exuberante cuya finalidad no es reverenciar una música del pasado como objeto congelado en su tiempo sino todo lo contrario: mostrar cómo algunas canciones y las ideas que estas vehiculan siguen vigentes y que, por ello, es preciso reivindicar y seguir escuchando.