Busca la rosa.
Donde ella esté
estarás fuera de ti. Búscala en prosa,
puede ser
que en prosa ella florezca
aún, bajo tanta
metáfora; puede ser, y que cuando
en ella te veas, te reconozcas
como ante una infancia
inicial no empañada
por ninguna palabra
y ningún recuerdo.
Quizá entonces puedas
escribir sin porqué,
evidencia de nuevo de la Razón
y pasaje para lo que no se ve.
«A un joven poeta», de Manuel António Pina.