Escopas, hijo de Hiparco, gobernador de Atenas, acompaña a su tío en un viaje comercial a Egipto. Allí contempla las maravillas de sus monumentos y decide quedarse y estudiar medicina entrando primero en la "Casa de los Muertos" para aprender a momificar y luego en la "Casa de la Vida" para aprender a curar. Viendo las trepanaciones, cree que el alma reside en el cerebro y no en el corazón como creen los egipcios, pero no puede decirlo por temor.