Al releer los Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes y el primer volumen de la Historia de la sexualidad de Michel Foucault, Didier Eribon extrae el rasgo político y teórico común que los sustenta: la voluntad de resistir al freudomarxismo imperante después de mayo de 1968 y, más generalmente, de escapar de la influencia del psicoanálisis.