Europa está preparada para una revolución liberal del siglo XXI, europeísta y aperturista, frente al proteccionismo, el populismo, el nacionalismo y la eurofobia, y al modelo dual agotado de conservadores y socialistas. Millones de europeos no temen a una sociedad abierta y fuerte; en el centro del espectro político y defienden una democracia liberal eficiente, superadora de modelos caducos.