Este libro habla de multitud de situaciones reales que la autora ha vivido en un centro de colonias por donde pasan miles de niños y niñas y donde no faltan recursos para transformar sus carencias emocionales. No es un libro de teoría, sino surgido desde la privilegiada «trinchera» de la autora, y ofrece formas muy concretas de poner en práctica la educación emocional, que muchas veces se queda en la teoría y resulta imprescindible si queremos entrenar a nuestros hijos para que sepan qué hacer con su vida.