Este libro podría tomarse como una serie de anotaciones para algo así como una "babélica de la educación". O para algo así como una "heterológica de la educación" si tenemos en cuenta que el lugar de la pluralidad es aquí el lenguaje, el logos, en tanto que su movimiento no puede ser capturado por las lógicas unificantes de la comunicación o de la comprensión.
Jorge Larrosa no renuncia aquí a apuntar hacia las consecuencias políticas de ese logos pedagógico de carácter babélico, sobre todo en el modo como critica y reformula las ideas de libertad, de igualdad y de comunidad.
Se trata de una serie de ejercicios de escritura (y de pensamiento) voluntariamente fragmentarios, apasionadamente ensayísticos, en ocasiones dialogados, con una cierta voluntad experimental a veces, cuya trama está tejida con lecturas de autores tan diversos como María Zambrano, Blanchot, Margueritte Duras, Antonio Porchia, Derrida, Borges, Deleuze, Genjamin, Nietzsche, Sánchez Ferlosio, Gombrowicz, Rancière, Bajtín, etc...