Imbuido en los ambientes políticos que dimanaban de su circunstancia vital, desarrollará su interés por el derecho internacional público, siendo diputado a Cortes en el Parlamento de la Restauración, estudiando nuestro Protectorado de Marruecos. La defensa del Parlamentarismo será el motor de su actuación política. Difundirá el movimiento ciudadano que se crea en torno a la vibrante actuación de su padre, el Maurismo.
En la dictadura de Primo de Rivera forma parte de la Asamblea Nacional Constituyente unos meses con la pretensión de elaborar un texto constitucional. Con papel destacado en el gobierno Berenguer, acompaña a la caída de la Monarquía desde el Ministerio de Trabajo y Previsión, intentando evitarla con la creación del Centro Constitucional con Francesç Cambó.
Vive diez años de expectante y voluntaria expatriación durante la II República y Guerra Civil, apoyando, en un primer momento, la insurrección militar desde Estoril. Será baluarte de la pretensión de la Restauración Monárquica en España, oponiéndose al franquismo.
Representante de la derecha liberal parlamentaria, monárquico convencido, desarrolló una fecunda obra historiográfica. Pionero de la historia psicológica, historia social, (siguiendo a Menéndez Pelayo), además de historia política. Sus obras se consideran también Historia como género literario. Estudioso del siglo XVII, Carlos II y su Corte, Vida y Reinado de Carlos II, del siglo XIX, Historia crítica del reinado de Alfonso XIII, durante su menoridad, bajo la regencia de su madre, Doña Cristina de Austria, y del siglo XX, Por qué cayó Alfonso XIII, consideradas como testimonios morales y piezas literarias sin par.