Aplicando a la pedagogía descubrimientos de la investigación en psicología evolutiva, la autora afirma que la indagación y el debate deberían ocupar un lugar privilegiado en un «currículum del pensamiento», un currículum que tenga sentido tanto para los alumnos como para los docentes y desarrolle las habilidades y los valores que se necesitan para aprender en cualquier etapa de la vida. Tenemos sólo una breve oportunidad en la vida de los niños para ganar (o perder) su confianza en que las cosas que les pedimos que hagan en la escuela valen la pena. Actividades centradas en la indagación y el debate (por ejemplo, identificar las características que influyen en el éxito del catálogo de un club de música, o analizar cuestiones difíciles como la de la pena capital) permiten a los alumnos apreciar su eficacia y utilidad mientras las llevan a cabo.