La aparición de una nueva estructura curricular en la educación superior, la propuesta de nuevos métodos de enseñanza centrados explícitamente en el aprendizaje del alumnado, la integración de las TIC y la nueva concepción del trabajo del profesorado generan unas exigencias pedagógico-didácticas que no tienen parangón en la reciente historia de las universidades europeas, por lo que la obra se centra especialmente en ellas.
En primer lugar se analiza la polémica que se establece entre los que piensan que el currículo universitario ha de ser de corte técnico-funcionalista y los que defienden que debe ser de corte intelectual-teórico. Después se aborda la cuestión de los conocimientos y habilidades necesarios para una práctica profesional competente. Por último se reflexiona sobre las actuales tendencias en la integración de las TIC como mediadoras de los aprendizajes.