Toda muerte violenta, de naturaleza criminal, merece ser motivo de estudio. Pero cuando se trata de asesinatos sin motivo aparente, caracterizados por la tortura, el sufrimiento de las víctimas, el sadismo o aberración, la necrofilia y el canibalismo definitivamente llaman la atención al ser fenómenos que rompen con todas las normas sociales y morales. Cuando existe un asesino en serie activo en un país nos encontramos ante la fase previa a la re