La epopeya de Terranova fue tan deslumbrante que ofrece mil aspectos por analizar. El historiador José Antonio Azpiazu no ha podido resistirse a realizar una lectura desde el panorama que mejor conoce: el del mercader, tanto del que ha sostenido las expediciones balleneras con aportaciones sustanciosas, como de quien ha confiado sus pequeños ahorros a la ventura del mar, exponiéndolos a las imprevistas vicisitudes a que el Atlántico sometía a sus osados visitantes.
Frente al carácter mítico y aventurero de aquellas legendarias expediciones, La empresa vasca de Terranova desentraña el negocio, los factores económicos y sociales que la empujaron, la necesidad de
explotar las riquezas de un mar inagotable, aunque esto no resta un ápice a la osadía, habilidad y entrega de aquellos marineros.