El título de este libro es una versión del título de otro libro, Schopenhauer como educador, de Friedrich Nietzsche. Aunque para entender a Nietzsche habría que admitir sin reservas la influencia de Emerson, contribuir a esa interpretación no es el motivo que ha animado las páginas que siguen. La influencia de Emerson en general a pesar de los grandes ejemplos de Thoreau, del propio Nietzsche, de Harold Bloom o de Stanley Cavell sigue siendo un misterio. Cada uno de los ensayos de este libro ofrece un aspecto de ese misterio, no la clave. El misterio o la dificultad en cuestión tal vez residan en lo que Emerson llamó las enseñanzas tardías . Una lectura comparada de algunos autores más o menos excéntricos podría mejorar nuestra educación convencional. El carácter que le demos a la convencionalidad de nuestras instituciones educativas es menos importante que el hecho de que tienden casi fatalmente a la conformidad. La confianza en sí mismo que Emerson adoptó como aversión a esa conformidad era, sin embargo, una exigencia de la comunidad: de lo que la comunidad exige a cada uno de sus miembros y de lo que cada uno de sus miembros exige a la comunidad. Este libro consta de diez capítulos: 1. El nuevo mundo de lectores de Shakespeare 2. La lengua muerta de Landor 3. Tocqueville o Emerson 4. Cómo empezar a leer Walden 5. La escritura constitucional de Abraham Lincoln 6. Con el pretexto de América (José Martí, Lezama Lima, Alfonso Reyes) 7. La civilización americana y CLR James 8. Orwell performativo 9. Hacia una lectura definitiva de George Santayana 10. Stanley Cavell y la cultura contemporánea