«Adela y Amanda se separan. Que nadie se sobresalte, que nadie se ruborice, hay que admitir que estas cosas pasan. Es la noticia del mes y ya se ha extendido por toda la comunidad. ¡Pero si se las veía tan bien! Pues, mira tú por dónde, estaban aburridas, desmotivadas, apoltronadas y se habían puesto los cuernos mutuamente. Ahora Amanda ha encontrado un pisito de 40 m2 y con los ahorros de una antigua herencia y el buen momento para la compra inmobiliaria lo ha adquirido a precio de saldo y se ha instalado en él. La gata ha quedado en custodia compartida.»
Las vidas de un grupo de amigas en el Poblenou barcelonés son el núcleo central de esta novela que nos adentra en una variedad de temas de rabiosa actualidad. Desde la obsesión por tener pareja hasta la situación de las personas LGBTQ en la tercera edad, pasando por los nuevos modelos de familia. Un amplio abanico de personajes pueblan esta historia que se desarrolla durante el periodo más gris del año. Enia, la locutora de radio más interesada por la amistad que por el amor romántico; la Noe, madre soltera de un chico, Max, al que desearía ver convertido en fémina; Lola y Rosa, pareja tradicional con dos niñas, la adoptada, impertinente Clarita y su hermana Lunila, adolescente rebelde y con inclinaciones queer; Adela y Amanda, protagonistas de una sangrienta separación, y tres abuelas con mucho que explicar. Para redondear el cuadro de personajes, no podían faltar las mascotas: el perro Pino y Quasigato, un felino algo contrahecho.