«Asfixiante retrato de la oligarquía peruana con humor rabelesiano» (Ricardo González Vigil, El Comercio, Perú).
«En esta novela hace gala de un brillante sentido del humor y de una sintaxis barroca, llena de digresiones. Sin lugar a dudas, la mejor novela de Bryce desde No me esperen en abril» (Javier Agreda, La República, Perú).