En ocasiones, la fascinación por la vida lleva a la imaginación de un autor a transitar por senderos donde tramas y personajes se convierten en voces de sí mismos, y en esta novela ocurre en proporciones desmesuradas. Carmen y Lourdes van cuarteando su tiempo y sus experiencias como si de un gran lienzo se tratara, quedando dibujada una realidad que sobrevive a lo demás: el amor a pesar de todo.