En cada respiración, literalmente estamos inhalando la historia del mundo. El 15 de marzo del año 44 a. C, Julio César murió en el suelo del Senado tras haber sido apuñalado, pero la historia de su último aliento todavía se está desarrollando; de hecho, es probable que ahora mismo estemos inhalando parte de ese aire tan especial.
De entre los sixtillones de moléculas que entran o salen de tus pulmones en este momento, algunas podrían contener trazas de los perfumes de Cleopatra, gas-mostaza del ejército nazi, partículas exhaladas por dinosaurios o emitidas por la bomba atómica, e incluso restos de nebulosa del origen del universo. Mientras investiga los orígenes y los ingredientes de nuestra atmósfera, Kean revela cómo la alquimia del aire modeló la forma de nuestros continentes, guió el progreso humano, alimentó revoluciones, y continúa siendo una gran influencia en todo aquello que hacemos.