Todo comenzó cuando estaba en mi habitación de los jueves entrenándome para hacer de fantasma...
A Araminta no le dan miedo los murciélagos ni los hombres lobo ni mucho menos los fantasmas. De hecho, le encantaría tener un amigo sobrenatural, así que se pasa el día recorriendo la vieja mansión donde vive para ver si encuentra a uno. Pero su tía Tabby le ha dado una noticia espeluznante: van a mudarse a un piso pequeño, moderno y limpio. ¡¡¡HORROR!!! ¡Hay que impedir la mudanza a toda costa!