El Trámite es una comedia donde nada es lo que parece. Con un tono surrealista y un fondo de crítica social, nos habla de las miserias humanas. ¿Cómo valorar el éxito de una sociedad cuando la corrupción es generalizada y se transforma en una forma de vida?
El Trámite aborda también la frágil privacidad y seguridad de los teléfonos móviles donde exponemos nuestras vidas, permitiendo que expertos en tecnología accedan a nuestros secretos más íntimos.
El Trámite reflexiona sobre los límites de la ambición y constata que la información es, efectivamente, una gran fuente de poder.