La tarea duró siglos, pero los primeros noventa años conocieron el enorme esfuerzo de una serie de personajes de los que son el mejor ejemplo Gonzalo Fernández de Oviedo, Nicolás Monardes y, muy especialmente, Francisco Hernández.
Por debajo de todo ello, pueden oírse las voces de los vencidos, que también han marcado nuestra cultura científica; los que hacen la ciencia son tan hijos de su tiempo como los que la difunden, la reprimen, la consumen o la padecen.