A raíz del ataque de unos piratas al convento de la isla de Ízaro, frente a Bermeo, Joaquín y Moncho sospechan que en las cuevas de la isla se oculta un tesoro. Con la ayuda de María Bernarda, conseguirán encontrarlo. Su aventura tendrá lugar en un ambiente marinero, marcado por la peligrosa vigilancia de la Inquisición y la creencia popular en leyendas y brujas.