Se trata de un volumen breve con 81 capítulos que exponen la filosofía taoísta dirigida en dos sentidos. Uno es la transmisión de la idea de Tao y de la manera de obrar del «hombre santo o sabio» que la llega a conocer. Por otra parte, el Tao Te Ching aconseja a los gobernantes para regir de forma sabia. En China, la filosofía de la naturaleza y la visión del mundo están impregnadas del pensamiento taoísta, por ello, muchos artistas, pintores, calígrafos y hasta jardineros han usado este libro como fuente de inspiración.