A principios del siglo XX, estudiando también las obras de Camillo, Aby Warburg, historiador del arte, formidable erudito y antropólogo, inventó una extraordinaria ciencia sin nombre, que hoy se ha convertido en un método de investigación acerca de las relaciones de imágenes y textos. Warburg buscaba en los textos e imágenes de cualquier época las huellas dinámicas ( dinamogramas ) del imaginario, según un modelo no muy distante del de Jung, reconociendo en cada gesto cultural un síntoma colectivo, revivido por los individuos.