EL SUSURRO DE LAS DUNAS, de Harmonie Botella, es un libro delicioso, pero también es mucho más que eso. El relato de la visita que tres hermanos españoles realizan a los campamentos de refugiados saharahuis de Tindouf, además de poseer el encanto de un cuento para adolescentes con sabor exótico, es un verdadero documento periodístico en cuya lectura uno puede instruirse sobre las costumbres, los alimentos y las relaciones humanas entre estos refugiados pobladores del desierto; pero, además, nos ilustra también sobre la injusta situación política que sufren estas gentes, expulsadas de su legítima tierra por un país invasor. Uno se informa y se conciencia, y al terminar la amenísima y tierna lectura parece como si hubiera hecho realmente el viaje al desierto con los tres hermanos y sus compañeros de viaje. Creo que todo el mundo debería leer el relato de Harmonie para que nuestras adocenadas mentes europeas conocieran la realidad de esta parte del mundo, a la vez tan próxima y tan lejana. Todos, en el fondo, deberíamos sentirnos un poco saharauis, que es una forma de sentirnos humanos y solidarios. Felicidades, Harmonie, has hecho un excelente trabajo que, sin duda, dará sus frutos.