En los últimos años, la Iglesia vive un repunte de la oración de adoración. Seguramente por la necesidad de silencio, de interiorización, de encuentro con el Misterio de Dios. Pero se ha reducido la riqueza sinfónica de la adoración a una única melodía. Este libro se centra en un elemento que particulariza la adoración como apostolado. Y se puede resumir en «poner a Cristo a la adoración de los pueblos». Se trata de una potente invitación a llevar a otros la experiencia de ese encuentro de fe que es la adoración, así como esa presencia que es el objeto de la misma. Este encuentro y presencia, a su vez, nos lanzan hacia el mundo y hacia los otros. NURYA MARTÍNEZ-GAYOL FERNÁNDEZ, ACI, es profesora de Teología Dogmática en la Universidad Pontificia Comillas.