Un intenso recorrido por los recovecos del alma, de los sueños, de las dudas y de las esperanzas. Un perseguir un destino que vale por sí mismo y mientras lo buscas. Una consciencia de que caer y levantarse, elevarse o esconderse son siempre por algo y para algo. Un lienzo de cada vez que fuimos niños, locos o solos. Una búsqueda incesante de todas las cosas que merecen la pena. Un paseo por todos los tiempos que ya fueron y serán. Un querer prolongar la belleza de cada recuerdo mágico. Un rememorar ese ese futuro que será distinto y fuerte por cada momento en que lo fuimos antes. Un hoy es un ayer entre dos huecos.