Dos monitos son secuestrados para divertir a los huéspedes de un hotel. Un perro gruñón, una iguana engreída y unos pericos parlanchines se esfuerzan por educarlos, pues son desobedientes, traviesos y mentirosos. Sin embargo, también son muy leales, por lo que en el proceso todos aprenden a aceptar los pequeños defectos de cada uno, y descubren lo que se puede lograr a través de la solidaridad.