Como un mercenario movido por una razón crematística, Hal Foster comienza en la historieta dibujando Tarzan. Pero si Tarzan es una obra pionera que cambia la deriva del cómic, Príncipe Valiente es una obra de consagración realizada por un autor que ha trasformado su concepto mercenario y pecuniario en vocación; una obra de innovación que se acoge a un estilo pictórico y a una narración basada en la presentación de viñetas secuencia en los momentos clímax del relato. Su valía se traduce en su vigencia, contándose por centenares los autores y dibujantes que asumen o adaptan sus influencias. Es un clásico con todo el prestigio que ello reporta. y además es una obra maestra.
Este hecho queda patente a todo lo largo de este libro de Eduardo Martínez-Pinna, que se quiso ilustrado fundamentalmente con imágenes reproducidas directamente y al tamaño exacto de los dibujos originales, para dar del transcendente talento de Hal Foster la imagen lo más perfecta posible. El libro incluye un monumental desplegable con la reproducción a tamaño real de la plancha 155 de Prince Valiant reproducida del mismo original.