Yugurta, asentado con los suyos en Isla de la Resurrección una sociedad utópica creada a su medida ya había descubierto la inutilidad de la guerra. El príncipe númida no sabía, sin embargo, que su pasado belicoso le perseguiría y que el odio al imperio romano sería mucho más fuerte que él. Jean-Luc Vernal, a pesar de haber despojado ya al personaje de todo rigor histórico, mantiene intacta su juventud y su obstinada resistencia al opresor. Pero pronto conocerá a Vania uno de los primeros personajes femeninos con rol protagonista en la historia de la bande dessinée quien tratará de enseñarle un camino libre de odio y de venganza.
En estos cuatro álbumes, ya consagrados a través del inconfundible y vigoroso estilo de Franz, nos llevarán cada vez más al Oriente. La aventura vuelva a estar servida.