Kandor es una de esas ciudades centroeuropeas con edificios de finales del siglo XIX y principios del XX, rodeados de junglas de hormigón gris y escasa limpieza, con gente que deambula por sus calles, unos con aire despreocupado, otros inquietos. A Kandor, un espacio imaginario evocador de Budapest, regresa János Dragomán tras años de ausencia. El tiempo parece haberse detenido en aquella ciudad en la que despertó a la vida y a la que tuvo que abandonar en un determinado momento al no poder soportar el asfixiante encorsetamiento social y político; al ser incapaz de pensar y crear sin libertad, sin que estuviera presente la inquietante sombra del pasado. Al regresar a Kandor, Dragomán se reencuentra con sus viejos amigos: Kobra, que reorganizó su vida en difíciles circunstancias; el cineasta Antal Tombor, que terminó convirtiéndose en alcalde de la ciudad; Melinda, su mujer, amante de Dragomán; Kuno Aba, el conservador rector de la universidad, y su mujer, Sandra. El reencuentro propiciará los gratos recuerdos de antaño, pero también aflorarán los viejos fantasmas que, a partir de los sucesos de 1956, marcaron sus vidas con dramáticas consecuencias en el futuro. Por medio de saltos en el tiempo, alterando la primera y la tercera persona, György Konrád recompone, con aguzado conocimiento de la psicología humana, el rompecabezas vital, las vidas cruzadas de los personajes que conforman "El Reloj de Piedra". Al igual que en "Una fiesta en el jardín", también publicada en Alianza Editorial, y de la que es continuación, "El Reloj de Piedra" es una novela con grandes dosis autobiográficas de György Konrád. Una novela densa, llena de matices, evocaciones y sugerentes referencias en la mejor tradición literaria centroeuropea.