La continuación apócrifa del "Quijote" cervantino, escrito por quien firma como Alonso Fernández de Avellaneda, y publicado en la segunda mitad de 1614, ha conocido una interesante difusión en Europa y América. Los problemas críticos que esta continuación plantea son de primer orden y afectan a distintos factores de la producción literaria: desde la transmisión editorial a través de sus distintos procesos, desde el manuscrito al volumen impreso, hasta el establecimiento de la identidad de Avellaneda, que ha sido atribuida a casi todos los autores del Siglo de Oro, desde, rizando el rizo, el propio Cervantes hasta Lope de Vega, Quevedo, Tirso de Molina, Ruiz de Alarcón o Cristóbal Suárez de Figueroa.