La autora aprovechó al vuelo aquella oportunidad, enseguida comenzaron a reunirse todos los viernes y continuaron haciéndolo durante dos años. Las vivencias de ambos -por una parte la sabiduría del rabí, sus lecciones de vida, sus estrategias y recursos, su alegría y su sencillez; y por otra el escepticismo, la curiosidad y la vitalidad de ella-, dieron como resultado esta magnífica obra que incluye doce ejercicios para que los lectores puedan experimentar un cambio radical en sus vidas y enfrentarse a algo imprescindible: la mortalidad.