En la primera parte se exploran, entre otros, los signos observables en el niño desde su nacimiento hasta que cumple su primer año: reflejos, aprendizaje tacto-visual, discriminación sensorial, postura prona, reflejo prensor y exploración oral, reptación y gateo, reacción mímica, golpeo y automatismo onomatopéyico, postura sentada, posición erecta, locomoción y rodeo, control psicomotor y aprendizaje por tanteo, articulación de consonantes, coordinación tacto-visual, interacción con el ambiente... y así hasta 35 fases que pueden consolidarse en rasgos de su carácter con el tiempo.
En la segunta parte se presentan sucintamente las aportaciones de los grandes psicólogos de la infancia en esta edad: A. Gesell, J. Piaget, Ch. Bühler y G. Hetzer, junto a la escala de Brunet-Lezine y la propia versión del autor por trimestres.
La tercera y cuarta partes, más breves, se dedican al proceso evolutivo de la inteligencia, a la creatividad y al juego (grandes ejes de su investigación) y a los criterios cognoscitivos y operativos que orientan el pensamiento y la acción en la tarea educativa