El conocimiento de la jurisprudencia internacional debe ocupar un lugar preferente tanto en los operadores jurídicos como en los profesionales de la enseñanza del derecho. El derecho en general, y el internacional en particular, no puede ni debe entenderse sin una interacción dialéctica entre la dimensión teórica, abstracta y dogmática del ordenamiento y su comprensión dinámica. Y es que la consideración aislada de una norma en sus términos más abstractos se convierte en una falsificación jurídica si no la confrontamos con las consecuencias y los efectos de dicha norma en relación al caso concreto.
Los discursos jurídicos lógicos y contradictorios que afloran en el estudio de la jurisprudencia dan una medida aproximada de las torsiones a las que están expuestas las normas y los principios en la práctica. Teoría y práctica, previsión y solución, son las dos caras de una moneda que es preciso conocer y tener en cuenta a la hora de hacer valer los intereses de las partes en el litigio así como en la tarea de enseñar el derecho sin caer en repeticiones mecanicistas de generalidades carentes de contenidos concretos. Es preciso estudiar con rigor la realidad jurídica de cada contencioso en toda su riqueza y complejidad, lo que redunda en una mayor comprensión y precisión de la mejor teoría.
En este orden de ideas, la presente obra constituye un estudio sistemático de decisiones de órganos jurisdiccionales internacionales, particularmente de la Corte Internacional de Justicia, llevado a cabo por profesores de cinco universidades en sesiones de seminario y debate bajo la dirección del Dr. Luis Ignacio Sánchez Rodríguez. Su sello como eminente profesor y abogado internacionalista da una medida de la relevancia del presente volumen. Se trata de un trabajo novedoso en su planteamiento y que supone una aportación original en la literatura jurídica nacional.
Nos encontramos ante un libro eminentemente útil, ante una suerte de compendio sistemático de la jurisprudencia internacional más relevante traducida, comentada y analizada desde el rigor universitario, lo que lo convierte en un texto imprescindible para entender y explicar la naturaleza y evolución de las instituciones internacionales en un principio de siglo especialmente prolífico en conflictos internacionales y rico en soluciones jurisprudenciales.