Ignacio Trejo Fuentes: «Guillermo Vega Zaragoza es uno de los que suelen ser llamados narradores natos. Y como corresponde a los escritores de esa categoría, es capaz de sacarle jugo temático aun a las cosas, escenas, ambientes o personajes que en apariencia son intrascendentes: es una cualidad envidiable, porque de ese modo no padecen por escasez de material narrativo». (Revista Siempre!) Alberto Chimal: «Las figuras tutelares de Guillermo Vega Zaragoza son narradores de Estados Unidos: Raymond Carver y Charles Bukowski, de los que se admira, sobre todo, la capacidad para mostrar el lado oscuro de la existencia cotidiana: el underbelly (lo ignorado y escondido y animal que está contenido en la palabra inglesa) de la vida que de pronto revela su horror esencial y sordo, no menos espantoso porque se calle o se oculte bajo las hipocresías y máscaras habituales. Los mundos de Guillermo Vega son, como los de sus maestros, terribles, y sus paseos por ellos se concentran siempre en los momentos del dolor o la muerte; además, nuestro guía, una voz narrativa de aparente neutralidad, siempre busca depositarnos al final de la trama en una imagen tremenda». (Suplemento Arena de Excélsior) Mauricio Carrera: «Guillermo Vega Zaragoza escribe mayormente sobre asuntos que tienen que ver con la pareja. Hombres y mujeres en relaciones no exentas de soledad, pasión cercana a la lujuria, incomunicación y violencia. Aquí tenemos a Bukowski, a Fante, a la Onda o lo que queda de ella: la palabra sin las ataduras marcadas por lo canónico o el deber ser. Hablo de cierto lenguaje y situaciones relacionadas con lo juvenil, así como un tono que lo mismo es de desenfado y tramas que buscarían lo que en otra época se hubiera reducido a la expresión épater le burgueois. En sus cuentos busca impactar con anécdotas tremendistas, con el uso de groserías, con la descripción con pelos y señales de encuentros amorosos, con ambientes de cabaret. Estos relatos han constituido una forma de llamar la atención, a la manera de un poeta maldito o de un enfant terrible». (Cuentos sin visado. Antología cubano-mexicana) Verónica Murguía: «Guillermo Vega Zaragoza puede sostener con la misma destreza una narración desde el punto de vista de un niño o de un oficinista que anda de parranda, aunque sus historias están pobladas por protagonistas extraños. Con un lenguaje engañosamente sencillo, en el que abundan los juegos de palabras, los chistes y las metáforas amargas, Guillermo teje historias en las que el único rasero común es la falta de patetismo». (La Jornada Semanal)